Segunda ártista de esta 'SEGUNDA TRILOGÍA' en donde el arte musical de las mujeres a la hora de hacerte vibrar el alma con sus bellas melodías pero también de ponerte 'a 100' con sus guitarrazos y mala leche es el factor protagónico de estos 'post' tan femeninos y, ciertamente, reivindicativos de su papel en la música más 'seria' y alejada de productos de 'usar y tirar'.
Dejemos de lado el 'raw soul' más aguerrido y visceral de The Buttshakers para cambiar radicalmente en intenciones, sonoridades y actitud e irnos a un lugar diametralmente opuesto. Entremos en el singular, melódico y delicado mundo de la gran Tori Amos...
¿Es necesario tanto adjetivo para descubrir su particular imaginario musical?, bueno, yo creo que sí, presiona suavemente el botón y 'entra'...
Con Tori Amos se podría decir he tenido una crisis con su música (al igual que con Foo Fighters je,je), sentí cierto cansancio a partir de los discos posteriores a su magnífico álbum de covers "Strange Little Girls" de 2001. Y no eran discos flojos, ni mucho menos, "Scarlet's Walk" (2002) y "American Doll Posse" (2007) son dos ejemplos de sus mejores trabajos en el nuevo siglo, con muy buenas composiciones, bellísimos, cada uno en su estilo (más desnudo y rural el primero, más potente y producido el segundo). Pero lo que me empezó a ocurrir con Tori es que sus trabajos se me empezaban a hacer demasiado largos, quizás abusando de su incontinencia compositiva que convertía sus álbumes en un 'más de lo mismo', con su piano siempre en primer plano y con cambios casi inapreciables en su sonido pero, sobre todo, en sus interpretaciones vocales y armonías. La irregularidad se convirtió en algo normal...
No sé si la Amos se daría cuenta de esto pero con su disco de 2009, "Abnormally Attracted To Sin", sufrió una crisis compositiva que exorcizó con propuestas tan interesantes como sorprendentes como su acercamiento a la temática navideña en "Mindwinter Graces" (2009), a la música clásica con "Night Of Hunters" (2011), el musical en "The Light Princess" (2011) o la re-adaptación de sus propias canciones con orquestaciones clásicas en su (casi) recopilatorio "Gold Dust" (2012). Este último y "The Light Princess", me disculparán (sobre todo 'Midas' del blog "Exquisiteces"...pero también de "Vulgaridades"), pero no los he escuchado todavía.
"Unrepentant Geraldines" ("Geraldines obstinadas") (2014), el decimocuarto trabajo de la artista de Newton, Carolina del Norte, es una vuelta a los discos de corte más pop/rock (mucho más pop, nada de rock), en el sentido que ha vuelto a un formato más sencillo, con temás más cortos y concisos, con guitarras, percusiones y alguna pincelada electrónica, siempre con su piano, eso sí, pero se podría decir que ese pop barroco o de cámara, que tan buenos resultados le ha dado siempre, ha vuelto por sus fueros.
El proceso de creación parece que fue 'en secreto', en la más completa intimidad y sin contar con colaboraciones externas, quería un disco de Tori Amos, no un disco de adaptaciones, revisitaciones o experimentaciones con músicos externos, tan sólo ella. La temática acometida no difiere de sus temáticas tradicionales, con las diferentes problemáticas sociales, amorosas y estéticas que la mujer disfruta o sufre en pleno S.XXI; en cuanto al sonido, bueno, parece ser que la inspiración fundamental la ha centrado en la pintura, siendo Cezanne, uno de los referentes principales a la hora de relacionar arte/pintura con arte/música, con su música.
Lo que ocurre es que, vuelvo a sentir las sensaciones de siempre, pero vayamos por partes. En líneas generales, creo que es su mejor disco desde "Scarlet's Walk" (2001), sin duda, una colección de canciones muy equilibrada, muy cuidada y, como ya digo más arriba, con el formato más ortodoxo que suele utilizar cuando compone 'pop', su 'pop', y eso ya lo echaba de menos con tantas orquestaciones en sus discos desde 2009. Pero es que sigo sintiendo que esta mujer se pasa en cuanto al minutaje y la inclusión de tantos temas, y es que, si le hubiese quitado cuatro o cinco temas ("Wedding Day", "Weather Man", "Maid Of Elfen-Mere" o "Invisible Boy" estarían entre mis descartes) estaríamos delante de una obra realmente redonda, con el estilo de siempre de Tori pero demostrando su vuelta al formato 'pop' más ligero.
Pero este disco tiene muy buenos momentos, como su primer single, "Trouble's Lament" con una muy buena melodía (quién mejor que ella para saberlo) y mejores cambios de 'tempo' con ese toque delicado pero inquietante que confirma el mensaje de su letra. Muy destacable también la letra de "America" hablando de esa 'otra América', la que no promete 'las oportunidades'. Las bases electrónicas y la experimentación aparecen en "16 Shades Of Blue"...¡Y ya se echaban de menos!! (qué lejos queda "Under The Pink"...), uno de mis temas favoritos, sin duda.
Otro tema que me encanta es el desenfadado y austero "Giant's Rolling Pin", una composición entrañable, sencilla, muy campestre y folkie pero con un estribillo muy efectivo y con el piano siendo, por una vez, un personaje 'de reparto'. "Rose Dover" también va de este palo más, digamos, 'ligero'.
El tema homónimo que titula el disco, "Unrepentant Geraldines", es quizás, el más rompedor con su pasado más reciente, le ha salido realmente ochentero 'el jodio' gracias al tratamiento de las guitarras la rítmica batería. lo que no entiendo es esa segunda parte más clásicona que bien podría haber sido otra canción independiente a "Unrepentant...".
Acabo esta reseña con una canción que me hipnotiza, que me encanta los sentidos, el dueto a medias con su hija Tash ,"Promise", que aporta esa juventud y esa frescura de una joven que comienza en este negocio pero que está perfectamente protegida por la sabiduría y las tablas de su madre. El temazo que les ha quedado es realmente espectacular y muy bien empastado entre el registro más 'indie' y sensual de Tash y el más delicado y elitista de la Amos. Una composición que me pone la piel de gallina, que me hizo llorar ayer mismo y que me demuestra lo bien que le viene que su hija 'renueve la sangre' de su música...
Precioso clip...