Podría parecer que este post es la cita obligada semanal con la sección 'Criaturas Salvajes' y, en cierta manera podría ser así, lo que ocurre es que diciembre ya está aquí, el año se acaba y hay que ir dando salida a las Criaturas que están escribiendo un papel determinante en este 2017 como en el caso de nuestra protagonista de hoy,
Virginia Monti, con la reseña de su nuevo disco con los
Psychedelic Witchcraft,
Sound Of The Wind (2017). Ya os ofrecí en exclusiva hace unas semanas una
suculenta y reveladora entrevista con la citada confesando muchos detalles, sensaciones y secretos del que ya puedo afirmar, es el mejor disco de los florentinos en todos los sentidos terrenales y extra-terrenales, divinos y algo más demoníacos...
Dejemos paso a los
'Señores de la Guerra'comandados por la 'faraona' del
Occult Rock...
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Formados en 2015 por la sacerdotisa florentina
Virginia Monti (vocals), Riccardo Giuffrè (bass), Jacopo Fallai (guitar) y Mirko Buia (drums), no tardan en sacar un muy interesante E.P. con dos 'instant classics' como
"Angela" y "Black Magic Man" en donde dejan bien claro que lo suyo es el psychedelic blues y el doom tranquilito, no sin ciertas reminiscencias a las composiciones más cenizas de
Kurt Cobain. Un año después la banda edita
The Vision (2016) centrándose definitivamente en el Vintage Rock, la psicodelia y el Stoner Doom más retro confirmando lo que ya apuntaban con sus primeras canciones, es decir, una vocalista y compositora decidida y convencida a llevar sus oscuros mandamientos a través de una voz realmente epatadora y magnética y una banda con un sonido sin estridencias ni muros de sonido aplastantes pero con una personalidad y creatividad fuera de serie. A principios de año se sacan
Magic Rites And Spells (2017) que no es otra cosa que la recopilación de sus singles y E.P. al haber sido fichados por el sello
Listenable Records conteniendo un irresistible nuevo tema-gancho como
"Come A Little Closer" que se convertía en la antesala 'ácida' de lo que estaba por llegar diez meses después.
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Si aquí ya hemos cubierto tres pesos pesados en este tipo de música como
The Black Wizards, Ruby The Hatchet y Wucan con sus respectivos lanzamientos este año, faltaba el cuarto jinete del apocalipsis ácido y ocultista. Es hora de hablar de
Sound Of The Wind (2017). En líneas generales nos encontramos delante del trabajo más rico y diverso de los de
Florencia. Virginia Monti y sus acólitos se han marcado una colección de canciones sublime y muy sólida, con mucha intencionalidad bluesy y enriqueciendo su música de nuevas sonoridades sin perder ni un ápice de su personalidad. El exótico y acústico
"Maat"abre la oscura pero atractiva senda para darnos de bruces con el primer clásico de la banda, el tremebundo y machacante Stoner Blues Doom de
"The Lords Of The War". La psicodelia no tarda en llegar
"Will We Go" con un riff 'sabbathico que no oculta su amor por los
Coven de Jinx Dawnson. "Sound Of The Wind"rebaja intensidades sónicas con otro tema semi-acústico que rememora atmósferas 'a la Jefferson Airplane' y en donde la
Monti te va a obsesionar con su epatante interpretación. Es hora de
"Turn Me On", el track más vacilón y psychedelic desert blues onda
Hendrix/Free. Uno de mis favoritos, sin duda, con un riff incontestable, unos punteos tremendos y una sección rítmica de chapó. Vuelve la densidad Stoner Doom con el segundo himno del álbum,
"Rising On The Edge", una canción que exorciza demonios personales de
Virginia de una forma contundente y demoledora.
"The Narrows" es el tema más tenebrista del conjunto, añadiendo clavicordio al asunto en una composición Doom sin agobios y saturaciones sónicas propias del estilo.
"Sin Of Mine" vuelve a cambiar de tercio, blues sexy y socarrón que se calienta y 'stoneriza' a medida que la faraona nos canta sobre la dependencia física que podemos sentir sobre otras personas. Le sigue a la zaga
"Let Me Be Myself", otro blues pausado y sugerente, ácido y flotante con unos teclados perfectamente insertados. Acabamos el viaje con el instrumental
"Horizons"(en realidad podría ser el desarrollo progresivo del anterior track), me imagino que con la
Monti metiendo piano, en una composición en claro 'crescendo' instrumental en donde la banda muestra músculo pero también clase para cerrar
Sound Of The Wind como perfecto broche de Oro.
Espero que los que habéis podido disfrutar de su directo (y mi camarada Bernardo ha sido uno de ellos) hayáis salido tan complacidos como un servidor cada vez que acaba la escucha de unos de los discos que más alto van a estar en mis listas de 2017.
la semana pasada...